El hongo en los pies es uno de los problemas más comunes en esta zona del cuerpo. Su aparición se debe, principalmente, a la humedad o excesiva sudoración entre los dedos del pie. Esa afección puede generar incomodidad e irritaciones, por lo que es necesario combatir el hongo apenas aparezcan los primeros síntomas.
Los pies son una de las partes más importantes del cuerpo, ya que no solo permiten que los seres humanos se desplacen con total independencia. También suponen un punto de apoyo y estabilidad para el cuerpo, debido al engranaje que forma junto a 26 huesos diferentes.
En este sentido, proteger a esta parte del cuerpo de hongos en los pies y otras lesiones es fundamental para desarrollar correctamente funciones físicas y biológicas.
Lo que se debe saber sobre los hongos de los pies
El hongo en los pies es una infección de la piel, que puede afectar tanto a los dedos como a las uñas de los pies. De forma general, este tipo de afección es conocida como pie de atleta, sin embargo, este problema solo representa el 25% de los casos de hongos de los pies. Cabe destacar, que existen más de 80 tipos de hongos en los pies, algunos menos inofensivos y dañinos que otros.
Uno de los principales factores que causa los hongos en los pies son los gérmenes que se encuentran en las células muertas de la piel. En este sentido, los profesionales de la Salud señalan que el lugar propicio para que los gérmenes proliferen los sitios cálidos, húmedos y oscuros como los zapatos cerrados.
Asimismo, estos hongos en los pies pueden ser contagiados por caminar descalzo en lugares públicos como piscinas, baños o saunas y al compartir calzados, calcetines o toallas con una persona infectada.
¿Cómo prevenir los hongos en los pies?
Se estima que, en promedio, el ser humano tiene más de 25.000 glándulas sudoríparas en los pies. Por lo que una efectiva manera de reducir el riesgo a contraer alguno tipo de hongo en los pies es secando cuidadosamente los pies, especialmente entre los dedos, tras cada baño o luego de que se mojen.
Asimismo, los gérmenes y microorganismos tienden a concentrarse en los calcetines, por lo que es importante cambiar de calcetines con regularidad, sobre todo si la persona sufre de exceso de sudoración.
El calzado también debe reemplazarse con frecuencia. Los profesionales de la salud recomiendan utilizar zapatos ventilados y livianos, además, de evitar materiales sintéticos, que propicien la sudoración de los pies. Asimismo, es necesario contar con un par de zapatos alternativos, con lo cual, es posible esperar a que los zapatos principales se sequen completamente antes de volver a utilizarlos.
Por último, para prevenir los hongos en los pies es fundamental que las personas mantengan una rutina diaria de cuidado e higiene dedicada a esta parte del cuerpo. Lavar bien los pies con agua y jabón antibacteriano, además de usar polvo antifúngico, puede disminuir el riesgo a padecer gérmenes e infecciones.